Adoptar un perro va mucho más allá de sumar un compañero de cuatro patas a tu vida; es una decisión llena de beneficios que pueden transformar tu día a día.
¿Te has preguntado cómo sería tener un maestro del amor incondicional en casa? Según Ylenia Márquez Peña, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, eso es precisamente lo que un perro adoptado te ofrece. “Los perros son maestros del amor, y te quieren y están ahí independientemente del contexto”, asegura Márquez Peña.
Uno de los beneficios más notables de adoptar un perro es la oportunidad de experimentar un tipo de amor que no conoce condiciones. Este amor incondicional no solo llena de alegría tus días, sino que también te brinda un apoyo emocional inigualable, explica Márquez Peña.
Además, los perros son expertos en detectar cuando necesitas consuelo, y su simple presencia puede aliviar el estrés y la ansiedad, ayudándote a sobrellevar los momentos difíciles con una lealtad inquebrantable.
Sin embargo, Márquez Peña explica que los beneficios de adoptar un perro no se limitan al ámbito emocional. Un perro adoptado también te ayudará a mantener un estilo de vida más activo. Los paseos diarios se convertirán en parte de tu rutina, incentivándote a salir al aire libre, hacer ejercicio y disfrutar de la naturaleza. Estos momentos no solo mejoran tu salud física, sino que también te ofrecen la oportunidad de socializar con otras personas que comparten tu amor por los animales, creando así nuevas amistades y conexiones.
Asimismo, un perro adoptado puede ser un gran aliado contra la soledad. La compañía constante de un perro te ayuda a sentirte acompañado y te proporciona una fuente continua de afecto. Para muchas personas, tener un perro en casa es una forma de encontrar consuelo y seguridad, especialmente en momentos en los que podrían sentirse más vulnerables.
Desde un enfoque más amplio, adoptar un perro también tiene un impacto social positivo.
Cada perro adoptado es un espacio que se libera para otro animal en necesidad, ayudando a reducir la población de perros callejeros y sensibilizando sobre la problemática de estos animales.
“Cuando adoptamos a un perro, ya no hay vuelta atrás, y por eso es importante reflexionar muy bien sobre su adopción”, destaca Márquez Peña, recordando la responsabilidad que implica tomar esta decisión.
En México, la situación de los perros callejeros es alarmante. Según la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE), hay alrededor de 28 millones de perros, y el 70% de ellos vive en las calles.
Adoptar un perro te enseña valiosas lecciones sobre responsabilidad, empatía y compromiso. Cuidar de un perro, desde sus primeros años hasta su vejez, es un proceso que te prepara para enfrentar los propios retos de la vida, como las enfermedades y el duelo.
“Los perros nos preparan para enfrentar la vejez, las enfermedades; nos preparan para vivir un duelo”.
Adoptar un perro es una decisión que te llena de amor, te mantiene activo, te conecta con otros, y te enseña lecciones de vida invaluables.
Redacción AN / RDG
