El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, revivió este domingo la promesa de campaña de designar a los cárteles de la droga de México como grupos terroristas, una idea que ya había planteado durante su primer mandato, pero que no concretó ante la demanda del Gobierno federal de que no hubiera injerencia estadounidense, sino cooperación.
“Designaré inmediatamente a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras”, dijo Trump en una conferencia del grupo conservador Turning Point en Phoenix, Arizona.
La plataforma electoral oficial de Trump dice que cuando asuma el cargo ordenará al Pentágono utilizar “fuerzas especiales, guerra cibernética y otras acciones encubiertas y abiertas para infligir el máximo daño al liderazgo, la infraestructura y las operaciones de los cárteles”.
Sin embargo, algunos funcionarios estadounidenses han expresado en privado sus temores de que la medida pueda dañar las relaciones con México y obstaculizar la lucha del gobierno mexicano contra el narcotráfico, según señalan medios locales.
¿Qué hace que un grupo sea una organización terrorista?
Para ser etiquetado como organización terrorista por el gobierno de Estados Unidos, un grupo o red debe estar radicado en el extranjero, participar en actividades terroristas y amenazar a los ciudadanos estadounidenses o la seguridad nacional de Estados Unidos.
Actualmente hay más de 30 grupos designados por el Departamento de Estado como organizaciones terroristas, pero ninguno opera únicamente como cárteles de la droga
¿Qué efectos tendría reetiquetar a un cartel como organización terrorista?
Esta designación desbloquea la opción de más sanciones extranjeras y facilita el procesamiento de individuos que brindan apoyo material a grupos designados, incluso por cargos menores. La designación como grupo terrorista también permite al Departamento del Tesoro de Estados Unidos ilegalizar transacciones financieras y congelar activos, así como prohibir la entrada a Estados Unidos y facilitar la expulsión de ciudadanos no estadounidenses.Sin embargo, los expertos advierten que la falta de leyes no es el problema de Estados Unidos, donde el tráfico de drogas ya es un delito grave y se cuenta con amplias leyes para atacar al crimen organizado, a las organizaciones criminales nacionales y transnacionales y a las personas que participan en el tráfico de drogas y otras actividades delictivas, a quienes se les puede bloquear activos y juzgarlos por delitos cometidos en cualquier parte del mundo contra estadounidenses. En los últimos años, la designación de nuevas organizaciones terroristas se ha convertido en la respuesta habitual a los nuevos desafíos de seguridad nacional. Expertos señalan que la etiqueta de terrorista parece tener un gran atractivo no porque amplíe la autoridad legal, sino porque envía un mensaje contundente y provoca mayor indignación. La etiqueta de terrorista eleva el problema en el discurso y permite a Estados Unidos actuar con mayor fuerza, incluso con la posibilidad de una acción militar.
¿Cuáles son las desventajas que tendría considerar grupos terroristas a los cárteles?
La principal desventaja que advierten los expertos es que esta designación podría afectar negativamente las relaciones entre Estados Unidos y México y afectar la cooperación bilateral, lo que afectaría la lucha tanto de Estados Unidos como de México contra esas organizaciones. Otras voces advierten que la designación podría radicalizar aún más a los cárteles de la droga, quienes al ser considerados una organización terrorista podrían comenzar a emplear tácticas terroristas e incluso aumentar sus ataques contra ciudadanos estadounidenses, los cuales actualmente son relativamente poco frecuentes.
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